El día tenía un nombre, David, y un apellido, Beckham. Mandaban sus tejanos cuidadosamente desgarrados, su sonrisa plateada por el dólar, su señora picante y pija, su coleta de oro... Y, claro, las tertulias se aplicaron a fondo con el nuevo personaje de la farándula nacional.

Luis del Olmo (Onda Cero) alcanzaba los 30 años de su ya mítico Protagonistas y puso la beckhamanía sobre su mesa de cumpleaños. Entró al trapo Ramón Tamames: "Esta operación es excesiva. Se da una primacía exagerada al negocio sobre el deporte y esto suena más a circo empresarial que a club deportivo". Trataron entonces de la revisión médica realizada al crack y Del Olmo invitó al médico Bartolomé Beltrán, que concluyó: "El señorito está perfecto". Tardó poco en intervenir el culé de la reunión, M rius Carol: "¿Y de la cabeza cómo anda? Porque se va del Manchester después de que un sir, como Ferguson, le lanzara un zapato a la cabeza, cansado del personaje y sus excentricidades".

El doctor Beltrán no contestó a la pregunta sobre el estado psíquico del futbolista, pero sí lo hizo a la cuestión sarcástica de Del Olmo: "¿Se le miró en la revisión cómo tiene la próstata?" Carol interrumpió: "La próstata casi se le veía entre los desgarros del pantalón..."

El galeno Beltrán dio entonces una lección de anatomía aplicada: "A los porteros hay que mirarles los hombros; al resto de jugadores se les deben observar músculos, tendones, el dedo gordo del pie y hay que mirarles el pubis".

Pero para echar un vistazo al pubis de David igual hay que consultar sus tarifas.