La llegada de las esperadas lluvias aumenta el peligro de derrumbe de las cuatro paredes que delimitan el famoso solar de la emeritense Puerta de la Villa, prueba de ello es que se ha ampliado el perímetro de seguridad a su alrededor para evitar accidentes por desplome del mismo que luego lamentaríamos.

¿A qué se espera para dar una solución definitiva?, ¿quién asume la responsabilidad de la situación?, ¿el consorcio le está echando un pulso a los propietarios o a algún colectivo ciudadano?

A la vista del estado en que se encuentran esas cuatro paredes, urge una solución inmediata, porque, aparte del peligro que supone, a la vuelta de pocas fechas tenemos las representaciones en el Teatro Romano, que es una importante llamada al turismo nacional e internacional, y los vamos a recibir con esa impresentable estampa en el centro de Mérida. Así no fomentamos ni proyectamos la imagen que debe tener una ciudad Patrimonio de la Humanidad.

En este sentido, el ciudadano necesita respuestas coherentes. No se entiende, por ejemplo, que en una fachada catalogada se permita colgar un cartel publicitario y en otra también catalogada no. No se entiende que en dos casas colindantes que se derriban para construir, a una se le exijan catas y a la otra no. No se entiende que una fachada con elementos a conservar se derribe completamente. No se entiende...

Antonio M. Olivas Salguero **

Mérida