Periodista

LOS PERROS. Cabreados están, ellos y sus dueños, con el ayuntamiento, con su concejal Raimundo Holgado y Sánchez Buenadicha, por tomarse a broma algo tan serio como el paseo diario, la kk diaria y las relaciones entre humanos y entre perros que no podían tener un mejor lugar de encuentro que el parque principesco de Felipe. La verdad es que debería estar prohibido prohibir . No sé yo cómo va a terminar este asunto de los perros, el parque y las próximas elecciones. ¡Ojito que los perros no votan, todavía, pero sus dueños sí!

LOS PAVOS. Tristes y con las maletas preparadas están las dos parejas de pavos reales a los que se prometió el traslado de Plasencia a Cáceres, hace dos semanas, y nadie les da explicaciones del retraso. Hasta ahora les han entretenido con lo de la estatua de Avalos en El Rodeo pero, pasado el 20-N y colocadas las Ninfas del Delfín , ellos quieren que Saponi o don Raimundo trasladen la carpa de las copas al Parque del Príncipe y les den posesión de su nueva casa que ellos adornarán con la realeza que tal lugar les exige.

ARTE EN LA CALLE. Anunciadas por el ayuntamiento que se adquirirán otras dos esculturas para instalar en espacios públicos cacereños, no estaría nada mal que se contara con la Escuela de Bellas Artes de Cáceres para este menester. Profesores y alumnos estarían encantados de trabajar para su ciudad y que la huella de la excelente enseñanza que allí se imparte adornara nuestras calles y jardines. Seguro que al alcalde ya tuvo esta idea y le gustaría hacer cacereñismo , santo y seña en su manera de hacer política que, poco a poco, ha ido cambiando, seguramente influenciado por las compañías.