Periodista

AUTOBUSES URBANOS. Pensábamos nosotros que los autobuses urbanos en Cáceres están para prestar un servicio público a los ciudadanos, además de para que la empresa concesionaria gane dinero y sus empleados disfruten de un salario y unas condiciones laborales normales que les permitan vivir y ser felices. Pues no es esto totalmente exacto.

LA EMPRESA. La empresa suele presentar al ayuntamiento cuentas en precario, de vez en cuando, para sensibilizar a los munícipes y tratar de mejorar las condiciones de adjudicación, basadas en el crecimiento de la ciudad, aumento de las paradas, etcétera.

LOS TRABAJADORES. Han pedido aumento de sueldo ante la peligrosidad y el trabajo extra que les suponen los servicios de madrugada al botellón, por la actitud de algunas personas algo mareadas que, con nocturnidad y alevosía, les intimidan.

LOS USUARIOS. En general satisfechos con el servicio y la calidad de los coches, encuentran la excepción en el número nueve por los retrasos que sufren a diario. El 9 va de Los Castellanos a La Mejostilla, con paso por Múltiples, donde normalmente baja todo el mundo, aunque esa es la mitad del recorrido. El servicio completo, que casi nadie utiliza, le lleva una hora en el mejor de los casos, acumulando retrasos de hasta media hora. Insufrible para el personal. El nueve ha de salvar más de 40 rotondas, 64 semáforos y realizar casi 50 paradas. El 9 es el maldito para los conductores y el odiado de los usuarios.

LOS CIUDADANOS. Por todo lo anterior, los conductores van que se las pelan . No digo que superen la velocidad permitida pero como lo parece, los peatones, al ver acercarse el gran autobús rojo, andan asustados.