PUNTOS DE SUTURA

Doce serán los que reciban todos los conductores en general, con excepción de los noveles (menos de tres años de experiencia) que recibirán ocho. Una vez dados los puntos, los cirujanos de la carretera irán retirando poco a poco los que se infecten vía infracciones. Si la herida es poco grave pitera serán dos puntos a restar (parar o estacionar en curva u otros sitios peligrosos, circular sin alumbrado cuando sea necesario su uso, circular con menos de doce años como pasajero en motocicletas o ciclomotores sin ajustarse a lo establecido-); si la infección es mayor y la herida más grave apendicitis los cirujanos del BIC retirarán tres: (conducir sin cinturón de seguridad, utilizar el móvil conduciendo, no mantener la distancia de seguridad-); la cosa se pondrá más fea si la cicatriz fuese de una intervención de estómago, serían entonces cuatro los puntos a quitar : (circular por autovías y autopistas con vehículos prohibidos para estas vías, circular con un exceso del 50% o más en el número de plazas autorizadas, conducir sin carné , arrojar cosas por la ventanilla, conducir de forma negligente, exceder los límites de velocidad en más de 40 km/h, saltarse un stop o semáforo-.); la gravedad aumentaría con seis puntos si la cosa proviene de una operación a corazón abierto : (circular bebidos, circular en sentido contrario, no someterse a las pruebas de alcoholemia, sobrepasar en 50 km/h la velocidad establecida siempre que se superen en 30 km/h dicho límite máximo-). Una vez retirado parte o todos los puntos el infractor, puede volver a restañar su herida, a recibir de nuevo los puntos perdidos, vía cursos de concienciación de doce horas a 150 euros o recuperar de una vez los 12 perdidos en 24 horas de estudio y concienciación con 320 euros y superando una prueba en la Jefatura de Tráfico. Siguiendo con el símil del intervenido, la herida de la carretera debe dejar de sangrar, los puntos pueden ser una solución, pero no se equivoquen, no la única y no inmediata, la pus se erradicó en Francia después de ocho años de la implantación del sistema y cuando las autoridades galas decidieron entregar el control de la velocidad a empresas privadas y endurecieron las sanciones y sobretodo las penas por delitos de tráfico. A pesar de todo, los conductores españoles, están temerosos ante la posibilidad de entrar en el quirófano, no hablan de otra cosa, psicológicamente la medida está calando en la sociedad motorizada antes aún de su puesta en funcionamiento, ¿la cuestión? Que esta sensibilización especial dure mucho tiempo, que no se putrefacte la herida de los accidentes en bien de toda la sociedad.

Director de ´Motor a

COPE´ Extremadura