Escritor
Qué noche nos dieron los nominados a los Goya. Pues nada, que se empeñaron que la guerra no es buena, que hace daño y da pena y se acaba por llorar. Con lo modositos que estuvieron años atrás, están los humores que echan humo. Y es que Aznar va a terminar por cabrear a sus mismos adeptos. Se dan traza y maña de tocar todos los días algún tema escabroso. Es lo que dice en la intimidad Zaplana: oye que salís a la calle en Valencia y los niños se te arremolinaban y te cantaban Valencia por cualquier cosa, y aquí no hay forma de salir a la calle. Mira que se pone uno guapo, que se plancha la raya del pantalón varias veces al día, pero no se puede salir a la calle sin paraguas...
Mira que empezó bien lo de los Goya, con esa panzá de llorar que se pegó Lolita, que no se creía que le habían dado un Goya. Pues se lo dieron, y Lolita que no dijo ni mu de la guerra. Estaba tanto a lo suyo que no le dio tiempo. Mira que si ahora sale Lolita y se nos hace mundialista del cine... Y después ya todo fue distinto. Nos sacaron un ratito a Trinidad Jiménez para que viéramos una boca como Dios manda. Dios mío, qué boca tiene esta mujer, y qué ojos, y qué pechera... Algún número va a tener que hacer Gallardón y la Botella, pero sonado, porque la Trini se lleva de calle Madrid. Así que llamaron de Prado del Rey y minutos antes de la Moncloa:
--Soy Ana Botella y como vuelva a salir la Trini, que se prepare el cámara porque se va a la Isla desierta con Máximo Valverde...
No volvieron más. Pero lo que no pudieron parar fue el show que sin lugar a dudas ha sido el acto más progresista que TVE ha dado nunca durante tres horas, ¡tres!, para toda España. Ya se lo decía Aznar a Ana: "La verdad que al perro flaco todo se le vuelven pulgas".
Y en efecto, Rajoy se tuvo que poner hasta una bolsa de hielo. Rato lo llevó todo mejor con un Almax y con la niña nueva que tiene en casa.
España es un clamor contra la guerra, y lo que es peor, contra Aznar, que se cabrea por todo. Yo avisé hace seis años, y por eso me echaron del diario Hoy.
