XAx pesar de que se habla de la refinería como de algo tangible y definido. A pesar de que ya aparece en todas las previsiones de crecimiento industrial de la región. A pesar de que ya hemos contabilizado los puestos de trabajo y los inmensos beneficios que nos traerá. A pesar de que la propia Junta de Extremadura con su presidente al frente ha asumido el proyecto como propio y está decidida a que se ejecute... A pesar de todo esto,... no sabemos de qué estamos hablando.

Porque una refinería puede ser cualquier cosa, e incluso nada. Una refinería es un conjunto, y como no se definan los elementos que contiene no tiene entidad, está indeterminada. Hasta que no se informe de qué Unidades de Proceso constará, sus capacidades respectivas y sus presupuestos desglosados, no sabremos qué refinería puede ser, ni lo que puede producir.

Enumeremos los datos que se han publicado: Se ubicará en Tierra de Barros; la capacidad de refino será de 6 millones de toneladas de crudo, el crudo vendrá de Huelva por un oleoducto. A partir de eso no sabemos nada más. ¿Quiénes serán finalmente los socios? ¿Qué entidades financieras? ¿Participará GALP, aunque sea como socio tecnológico? ¿Participará REPSOL? ¿Se compartirán instalaciones en Huelva o se construirá un pantalán y un parque de almacenamiento nuevos? ¿Cuánto costarán?

El propio oleoducto no está definido. ¿Trazado? ¿Diámetro del tubo? ¿Estaciones de bombeo? Quizás no ha dado tiempo pues se anunció sin saber si partiría de Sines o de Huelva.

En todo caso convendría confirmar lo antes posible el coste tanto de la obra como de las expropiaciones. Las expropiaciones son siempre problemáticas. Se tendrá que conseguir un derecho de expropiaciones forzosas, y para ello es necesaria una declaración de utilidad pública por el Gobierno central. ¿Es de utilidad pública una refinería en Extremadura? Se ha resaltado el hecho de que hay que bombear los 6 millones de toneladas anuales desde la cota 0 a la cota 400 metros. No es baladí. Considerando que en los aproximadamente 200 kilómetros de tubería se pueden producir unas pérdidas de carga de 320 metros, nos da una altura equivalente total de 720 metros. Sin contar otros costes de explotación del oleoducto, sólo en bombeo se gastarían más de dos millones de euros anuales en energía eléctrica y en la producción de esa energía se emitirán a la atmósfera anualmente 30.000 toneladas de CO2, 670 toneladas de dióxido de azufre y 106 toneladas de óxidos de nitrógeno. Esto empeora notablemente las cuentas de esta refinería con respecto a otra situada en la costa.

Otro capítulo importante que grava esta refinería, respecto a una eventual ampliación de un complejo ya existente, es toda la infraestructura que habría que crear partiendo de cero. ¿Se construirá un embalse para disponer de una reserva de agua de refrigeración, contra incendios etcétera? ¿Dónde? ¿Cuánto costará? ¿Qué instalaciones para tratamiento de efluentes líquidos y gaseosos se han previsto? ¿En qué curso de agua se descargará el agua tratada?

Que no se diga que no hay emisiones, eso no sucede nunca. Mejor hablemos de niveles máximos aceptables de contenido de contaminantes y con qué instalaciones se van a conseguir. Seguramente, los mayores problemas de supervivencia de Puertollano se deben a los expedientes incoados por la Confederación Hidrológica del Guadalquivir, a su vez presionada por los afectados, relacionados con la contaminación de las aguas.

El parque de almacenamiento, la subestación eléctrica, las redes de acceso etcétera, todo, debe ser dimensionado y valorado para informar a los ciudadanos y que éstos puedan opinar. Una vez que la Administración regional se ha comprometido con el proyecto, tenemos que saber dónde nos vamos a gastar nuestros dineros y dónde van a estar comprometidos nuestros impuestos futuros. Por la misma razón esperamos que, si no los promotores del proyecto, sea la propia Junta de Extremadura la que responda a tantas preguntas planteadas. Las respuestas son necesarias para iniciar el debate que, con conocimiento de causa, se produzca en la sociedad de Extremadura. En este debate deben participar personas informadas de distintos campos, economía, técnica, medio ambiente etcétera, los promotores y los posibles afectados. Es la única manera de que el público se pueda formar un criterio sobre este asunto tan importante, y pueda valorar otras alternativas de desarrollo. Además del problema puramente económico inmediato, el impacto de una refinería puede ser tan grande que modifique el medio natural de la comarca y determine el futuro de la región. Tenemos que saber a qué nos estamos enfrentando. Y aceptarlo. O no.

*Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura. Medalla de Extremadura 2004