WLwa Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha hecho público un balance del número y naturaleza de las quejas y reclamaciones que los extremeños le hicieron llegar el pasado año. Según este balance, cada día más de 30 usuarios --12.000 en el total del año-- han pedido amparo o asesoramiento a esa organización. La cantidad es abultada; y sorprende. Lo que no sorprende tanto son los dos sectores que se llevan la triste palma de ser los que suscitan más reclamaciones: los de telefonía y vivienda, que concentran la mitad de las quejas. Los datos estadísticos ayudan a describir un cuadro en que parece que los ciudadanos --sujetos de derechos, por tanto-- están siendo menospreciados cuando se disponen a comprar un piso --las quejas más frecuentes se refieren a la posición abusiva de las inmobiliarias, que obligan al comprador a firmar un crédito con la entidad que más convenga a la inmobiliaria--; cuando se disponen a cambiar de compañía de telefonía o, simplemente, cuando exigen algo tan elemental como que no se les cobre por un servicio que no disfrutan. El Gobierno anunció en septiembre que tenía elaborado un anteproyecto de ley para acabar, precisamente, con los abusos sobre los que se quejan los usuarios que han acudido a la UCE. A la vista está que será una legislación muy necesaria.