La violencia nunca muere y Quentin Tarantino (Los Angeles, Estados Unidos, 1963) se encarga de estimularla al máximo. Llevaba seis años sin rodar y sus películas Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown sólo eran citadas como ejemplos históricos de sangre a raudales y cadáveres a todo pasto. Pero ahora tan especial director y guionista, acompañado por su musa Uma Thurman como protagonista, ha terminado la primera fase del rodaje en China de Kill Bill un filme de crueles venganzas entre asesinas profesionales y bandidos sin conciencia.

Tarantino, obsesionado por el cine desde su infancia, a los 17 años se empleó como acomodador en un cine porno y a los veinte rodó una película en 16 milímetros, que no llegó a terminar. Se ganó la vida en un videoclub, escribió guiones para otras personas mientras se preparaba como director, guionista y actor.

La ópera prima de Tarantino, Reservois dogs, fue premiada en 1992 con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, así como con varios galardones en el Festival de Sitges. Luego, en 1994, con Pulp Fiction obtendría siete nominaciones en Hollywood, pero sólo un Oscar para su guión. Y en cuanto a Jackie Brown, donde hay malvados a porrillo, la crítica consideró que era más reposada dentro de su peculiar estilo. Debió de molestarle, pues con Kill Bill habrá mucha sangre. De ficción, claro.