Leo, no sin cierta sorpresa y estupor en EL PERIODICO EXTREMADURA, del día 5 de diciembre, la noticia del drástico recorte de los caramelos en la cabalgata de los Reyes del próximo año en Cáceres, que creo aspira, a no sé qué capitalidad en el año 2016 y no puedo más que hacer en voz alta una serie de reflexiones personales que en principio no son más que una autocrítica que me hago como vecino de citado municipio.

¿Es posible que ampliando el recorrido de la cabalgata se puedan reducir el número de kilogramos de caramelos, hasta tal punto que teniendo en cuenta el número de metros cuadrados de ocupación de la misma y tomando como base para el cálculo una raquítica ocupación, nos llegue a dar la irrisoria cantidad de 1,3 gramos de caramelos por metro cuadrado recorrido (no entraremos aquí en la discusión de cuántas personas caben en un metro cuadrado) --según los convocantes o según la policía municipal-- porque no viene al caso).

No obstante, a fuerza de ser generosos si la ratio (kilogramo de caramelos por habitante) lo calculamos tomando como base para tal operación que solo un 50% de los mismos asistieran a la cabalgata (despreciando, así mismo por no complicar el resultado, la corte de niños y jóvenes itinerantes que la acompañan durante su recorrido), nos daría que a cada ciudadano nos corresponderían 6 gramos de caramelo.

Cómo es posible que los habitantes de la tantas veces denominada ciudad feliz no saltemos en una espontánea manifestación de protesta ante estos hechos tan miserables que se justifican desde el consistorio en aras de un ¿ahorro?, que para el que suscribe no deja de ser el chocolate del loro.

Desde aquí no puedo menos que decirte, alcaldesa Carmen y miembros de la corporación que presides, que el ahorro bien entendido comienza por no cargar las arcas municipales con dietas y horas de conductores y otro tipo de personal para asistir a inauguraciones que como cacereños no nos corresponden (léase, variante de Trujillo), etcétera. Por una Navidad feliz gritemos todos juntos: "queremos más caramelos".

José A. Martínez González **

Cáceres