El PSOE tiene carácter, iniciativas y políticas sociales para trabajar por la necesidad y el entendimiento. Es un partido nacido desde la consideración social y las prácticas de la compresión hacia las necesidades para igualar los derechos de todos. Hoy día por mucho que otros partidos quieran hacer socialismo de izquierda, jamás podrán entender su significado porque procede --desde hace mucho tiempo-- de la lucha humana para recuperar sus derechos fundamentales. Hay partidos nuevos iniciados por un malestar ciudadanos que no han sabido entender sus llamadas. Han querido tener la iniciativa sin saber la realidad de los problemas del país. Se han querido poner primero en la meta sin saber lo que significa el proceso para llegar a ella. Han entusiasmado a gente ofreciéndole servicios que nada tiene que ver con la realidad de las necesidades que padecen. Un país como España y con los recursos que tiene y los valores humanos, no se debe encasillar a las personas a limosnear y a la caridad de lo que quieran darle. Su dignidad está en su propia libertad y con trabajo que no tengan que depender de nadie. Su futuro, el futuro de las personas está en partidos progresistas que les dé esperanza y valor para luchar por las injusticias y por la libertad de sus sueños. No pueden depender de algunos partidos que las han metido en lo más oscuro de la democracia, y de otros que no saben más que decir que su futuro está en cobrar los cuatrocientos euros para seguir sin posibilidad de crear y progresar. El otro día los sindicatos reivindicaban una izquierda unida para fortalecer los valores de la democracia, pero también reivindicaban la compresión de algunos de izquierda con la realidad del país --y que no se entusiasmaran en defender cosas que, ahora, la mayoría no quiere--.