Con todo el cielo me da que no van a poder; si pudieran lo harían con tal de seguir con el «saqueo» de las arcas públicas. Fuerte, pero no hay otra forma de decirlo. Y, aunque les parezca que me voy a referir al cambio climático, no es así... en una pequeña parte, claro.

Lo que servidor trata de que sepan, para que estén alerta porque es grave, es como, con la venia del alcalde de Castuera (PSOE) y sus ediles y el asentimiento de los concejales del PP, se va a llevar a cabo un proyecto de construcción de una incineradora en el término municipal.

Al principio, presuntamente camuflada como sólo para animales muertos, pero que luego, intuyo (¡ojalá yerre, por el bien de todos!), será para eliminar residuos sólidos que es donde está el verdadero negocio que, obviamente, proporcionará pingües beneficios sólo con la basura de los pueblos de la mancomunidad. Olvidándose, como no, de una planta de reciclaje en su lugar, aún sabiendo que contamina menos y da más trabajo.

En principio, la ubicación está prevista al lado del matadero. Así pues, sino hay quien pare el desafuero, ya que, para colmo, al parecer, es una zona protegida donde se piensa hacer, desde ese lugar el humo de las calderas «nublarán» toda la comarca de La Serena. Y no sólo nos quedaremos sin nuestra mejor fuente de energía y sin poder disfrutar de esos magníficos días soleados de primavera, otoño y verano esenciales para nuestra agricultura y ganadería, sino que, únicamente, para que se vayan haciendo a la idea, el índice de posibilidades de padecer cáncer de diversas clases (más de pulmón) aumentará en un 50% según los expertos en estos temas.

De hecho, estos políticos (que son, más que políticos, mercachifles y auténticos filibusteros) deberían explicarnos por qué, al parecer, este tipo de incineradora la han rechazado tanto en Villanueva de la Serena (24.000 habitantes) como en Don Benito (36.000 habitantes).

Como primer aviso. Es una refrendada vergüenza: Presuntamente, no sólo nos quieren «nublar» el cielo, sino que, además, nos quieren «envenenar» para hacer negocio; y con el inri de que, verosímilmente, esté altamente subvencionado con el dinero de los impuestos de todos los extremeños. Veremos si no hay que tirarse a la calle para impedirlo.