Cada vez que oigo eso de el semestre que viene comenzar la recuperación económica, me parece que estoy inmerso en lo que Emile Boirac dio en llamar déjà vu , es decir, el sentir como ya vivida una situación que en realidad es totalmente nueva para la persona. Lo cierto es que en ello no hay nada de déjà vu , sino la conciencia de haber escuchado un mismo vaticinio repetido.

Algún día (Dios quiera que más pronto que tarde, por el bien de todos los españoles) la recuperación llegará. Entonces, los que --desde hace ya varios meses-- profetizan que todo se arreglará el próximo semestre es seguro que se vanagloriarán, y proclamarán el tan socorrido nosotros ya lo dijimos. Estos mismos fiarán a la selectividad de sus memorias y a la fragilidad de sus conciencias el olvido de los engaños, del juego con las ilusiones de la gente y de las falsas esperanzas dadas a esos millones de personas que viven sumidas en el drama de desempleo. Muy probablemente, intentarán vendernos esa supuesta recuperación como un éxito. Y entonces, como ahora, seguirán ocultando la realidad y falseando la verdad, obviando en sus discursos- lo más trágico de toda esta situación, esto es, que la recuperación no será tal (aunque determinados índices económicos puedan indicar lo contrario) hasta que esos millones y millones de españoles parados recuperen sus antiguos puestos de trabajo o consigan otros nuevos.

Antonio Glaván González **

Calzadilla de los Barros