TEtscribo estas líneas en plena jornada de reflexión y me siento como expreso en el título de este comentario.

A estas alturas no sé si mi voto servirá para que cambie algo en Europa, o se contabilizará en el bando de los ganadores o perdedores de una campaña en la que ha habido mucho insulto al electorado progresista y acusaciones a los medios de comunicación, incluida la televisión pública, en la que una de las cosas más importantes ha sido el pago de la deuda histórica andaluza, en la que se ha anunciado la protección personal a las mujeres maltratadas por el terrorismo doméstico, en la que se nos ha reñido a los cacereños por pedir la autovía Cáceres-Badajoz y viceversa, en la que quienes están salpicados por asuntos sucios han querido sentar cátedra hablando de los GAL y de la corrupción, en la que nos hemos enterado de que un señor que gana mil millones de las antiguas pesetas (tres kilos diarios, haga lo que haga) piensa que hay que quitar el estado de bienestar, en la que Floriano pide el voto para desagraviar al abuelo Aznar, en la que Mayor no fue de oreja, sino de insulto.

Menos mal que, gracias a Dios, llegó el compañero Paco Vázquez y por su palabra limpia y docta supe de qué iba la cosa.

*Maestro