Los blancos se proclamaron campeones de liga gracias a cinco minutos mágicos en los que, con un hombre menos, remontaron de forma espectacular ante Osasuna con un gol de cabeza del holandés Robben y un trallazo a bocajarro del argentino Higuaín. El desenlace del partido jugado en el Reyno de Navarra fue digno del mejor thriller de cine con final feliz para el Madrid.