WOw bama ya tiene doctrina. Había explicado su visión del papel de EEUU en el mundo en discursos electorales y en los pronunciados como presidente, en particular en Praga y El Cairo. Ahora aquellos principios están elaborados en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Si las 52 páginas del documento pudieran resumirse en una palabra, esta sería realismo. Bush había consagrado el predominio sin paralelo de EEUU que llevó a extravíos bélicos como la guerra preventiva, la imposición de la democracia por la fuerza o la llamada guerra contra el terror como único objetivo de política exterior. Ante la realidad de una crisis económica sin precedentes y dos conflictos armados el de Afganistán, que sigue abierto, y el de Irak, mal cerrado.

Obama certifica la defunción de aquella arrogancia y prepotencia. EEUU sigue siendo una potencia, pero tiene sus límites y debe contar con los organismos internacionales, con la diplomacia y con las potencias emergentes. Así, la nueva estrategia mira más hacia el futuro que al pasado y pone muchas cosas en su lugar. Por ejemplo, define el terrorismo como una táctica y no como un enemigo en el sentido amplio y vago que le daba Bush con el que todo se justificaba. Obama no renuncia al uso de la fuerza de forma unilateral, pero asegura que antes agotará opciones y buscará apoyos. Habrá quien desconfíe, pero queda muy lejos de aquella guerra preventiva de inspiración neocon. EEUU pasará el examen de su nueva estrategia en Irán, Corea del Norte y en el creciente movimiento terrorista interno.