Quiero protestar ante la situación que se está viviendo en el número 2 de la avenida de Cervantes como consecuencia de una reforma que se está realizando en el único ascensor que esta comunidad posee. LLevamos más de dos meses sin ascensor. Soy una vecina de la novena planta y mi intención es que se sepa en las condiciones en las que estamos viviendo por culpa de la empresa que nos está haciendo la reforma, Schindler , los cuales trabajan en la más absoluta precariedad, sin falta de consideración, sin cumplir el horario establecido de trabajo y sin aparecer en ocasiones por la comunidad para seguir con su trabajo de reforma. Hay personas que llevan encerradas en sus casas sin poder salir por vivir en los últimos pisos desde que empezó esta reforma, más de dos meses. En mi caso estoy enferma de fibromialgia y espondilitis anquilosante en las articulaciones. La mayoría los que habitan en esta comunidad son personas de la tercera edad, las cuales no pueden hacer sus compras como deberían, ir a médicos, etcétera. Nadie nos quiere servir a domicilio y, en resumidas cuentas, estamos viviendo un calvario. M. LUISA CONDE. Cáceres