Aunque lo que aquí escribimos poco o nada va a servir para solucionar la situación, nos vemos obligados a expresar nuestra opinión.

La mayoría del pueblo español bien intencionado creo que opina que ya basta de que se dejen de reír del estado. Por mucho menos hay gente en prisión. Esta gente creen que están por encima de la ley y de todo. Pueden quemar banderas, insultar impunemente al rey, pasarse la ley por salva sea la parte... hasta ahora.

Cuando por fin la ley ha asomado la cabeza se les pone a la sombra y la sonrisa seguro que se les ha borrado a los conocidos Jorges, Jordis en la comunidad autónoma catalana.

Ahora lo que dice el guión de la extrema izquierda, porque esto está todo montado por la extrema izquierda, que no se nos olvide, es proclamar que son presos políticos, falta de libertad de expresión, etcétera, el consabido cuento de esta gente.

Los verdaderos presos políticos están en países con dictaduras comunistas, por ejemplo. Aquí los ciudadanos ingresan en prisión cuando inflingen la ley, como es el caso de los señores Jorges. La ley está para ser aplicada al más común de los mortales, y el mero hecho de ser independentista, opinión muy respetable, por supuesto, cada uno puede pensar lo que quiera, no es patente de corso para saltarse la ley a la torera. La solución es muy sencilla. ¿No queréis ser españoles? Bien. Pues con todo el dinero que se os ha dado y habéis despilfarrado podríais haberos comprado una isla desierta en el Pacífico, que seguro que las hay y haberos ido allí, montado un estado, buscar quien os dé dinero, porque mamá España ya no os lo dará, buscar quien os reconozca como país y todos estaríamos muy tranquilos sin escuchar nada sobre Cataluña y vuestros cuentos chinos, porque la verdad es que estamos hasta el gorro del tema.