Como la lluvia fina que va calando a ritmo pausado pero constante escuchas en la calle, lees en los medios de comunicación o ves en las redes sociales que la situación se torna cada vez más calamitosa. Y todos parecen coincidir en que la derecha nos hunde. Y todos los que se acercan a comentarte sus problemas parecen arrepentirse de haberles votado. Y todos proclaman con nostalgia que se inicia la cuenta atrás. Eso sí, en el otro extremo se sigue con la matraca de la herencia, del pagar la "barra libre"... vamos para tres años y todavía siguen pensando que la inacción (en el mejor de los casos), cuando no la contrarreforma, se puede amparar en el pasado.

Sin embargo la razón te indica que los socialistas tendremos que hacer mejor las cosas. Es evidente que el Partido Popular ha perdido buena parte del crédito que obtuvo gracias al aparente desconcierto de la última fase de la segunda legislatura de Zapatero . Pero por otra parte, insisto, algo estaremos haciendo mal cuando, encuesta tras encuesta, no conseguimos remontar la previsión de voto. Y ya sé que la única válida es la urna. Y ya sabemos que todo va muy rápido y lo que ahora parece que no, luego puede ser que sí. Y también somos conscientes que a veces todo se mueve en horquillas muy estrechas.

PERO por primera vez en mucho tiempo, los dos grandes partidos han visto muy deterioradas las perspectivas de su electorado. Ambos tienen un suelo muy alto, sin embargo, no es menos cierto que la aparición en la aritmética parlamentaria de fuerzas, antes minoritaria, ahora en ascenso, quiebra la posibilidad de mayorías absolutas o de grandes diferencias entre ellos.

Esto, que para algunos puede ser positivo: da mayor riqueza al espectro, pluralidad, diversidad de opiniones y de posicionamientos... para otros nos conduce algo alejado a nuestra cultura de escasez de pactos. Pongamos ejemplos de nuestro entorno en Europa: estos días estamos asistiendo a cómo se produce la entrada en el Gobierno de miembros del SPD (los socialistas alemanes), algo totalmente impensable en nuestros lares. Otro ejemplo es el caso italiano con un Parlamento atomizado y continuamente inestable y en tensión.

Nosotros nos parecemos más a modelos como el francés o el británico con dos o tres partidos hegemónicos y donde al margen de las grandes diferencias ideológicas se turnan o consolidan varias legislaturas en el poder.

EN ESPAÑA y por ende en Extremadura se habla últimamente de formar frentes para evitar que la derecha obtenga la mayoría absoluta, (siempre con el beneplácito de los votantes), pero deberíamos si vamos por esta línea hacer un enorme esfuerzo por ejercer pedagogía del encuentro entre lo diverso. Para los socialistas, se busca como un bálsamo el efecto de los titulares de la próxima Conferencia Política. Haríamos mucho mejor en buscar esa concreción día a día, ya que los problemas no se resuelven en un fin de semana.