Tras muchos giros con el vocabulario empleado, las expresiones alusivas al impulso adquirido por el Partido Socialista en las últimas semanas nos llevan al mismo objetivo: el Partido Socialista no es que haya vuelto, o regresado, es que, una vez más, siempre ha estado aquí. Prueba de ello es el interés despertado desde numerosos puntos de vista: mediáticos, sociales, políticos... todos quieren opinar, saber, prever qué va a ser el futuro más próximo de este Partido de Gobierno.

ADEMAS y como ejemplo de que es la fuerza política que más se parece a España, vemos en su conjunto diversos posicionamientos ideológicos muestra de un amplio espectro de pensamiento pero cuyo eje central es ser de izquierdas. Mantenemos el hilo conductor que siempre nos ha hecho protagonistas de todos los avances: la adaptación a la realidad que nos rodea, en nuestro caso al siglo XXI.

EL SENTIMIENTO nuclear puja por buscar puentes o lugares comunes con aquellos que constituyen lo que es la mayoría sociológica en nuestro país: un frente de izquierdas. Que sirva para no vivir instalados en el rencor. Que sirva para recordar que hubo un tiempo en el que el PCE (ahora dentro de IU) fue una escisión del PSOE. Es decir venimos del mismo tronco y tenemos raíces comunes. Sin embargo las cuitas de nuestra Historia reciente llegan hasta la actualidad y nos seguimos encontrando con palos en las ruedas.

AQUI podemos encontrar a una derecha interesada en el desencuentro al mismo nivel que ciertos sectores inmovilistas tanto en el PSOE como en IU. Ahora bien, deben primar los lugares de encuentro donde hemos ido siempre juntos: los temas relacionados con nuestra Memoria Histórica y/o Democrática, el papel de la mujer en la política y en los movimientos sociales, la defensa de la educación y la sanidad pública, la lucha precisamente contra el deterioro de todos estos servicios...

HAY además referentes de buen gobierno, como es el caso de Andalucía, allí se han puesto en práctica todas aquellas cuestiones que en muchas ocasiones sólo quedan bien en los discursos. El otro día un compañero, con buen acierto, me recordaba, que cuando se está en el Gobierno, quizás atosigado por el aluvión y el vértigo de las responsabilidades del día a día nos olvidamos, o no prestamos la necesaria atención, a lo que reclaman nuestras bases. Esas que sustentan la práctica política de un partido de izquierdas y que hacen que miles de voces se unan ilusionadas porque creen que juntos podemos conseguir mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.

ES DIFICIL practicar el mismo modo de ver la vida en el Gobierno y en la oposición, pero es necesario si quieres mantener la fidelidad de la gente.

Sí, renace el PSOE. Renace la izquierda.