Los políticos últimamente tienen peor fama que nunca, y, todo hay que decirlo, se lo están ganando a pulso. Nunca ha estado tan necesitada España de políticos menos discordantes y, sin embargo, nunca han demostrado estos con tanto afán sus desavenencias. Con la que está cayendo, cualquier español que se precie lo que menos desea es ver a los líderes de los dos partidos mayoritarios en el Congreso defendiendo a cara de perro sus propuestas, como gallos mostrándose los espolones. Me viene a la mente la fábula de los dos conejos perseguidos de lejos por cazadores y perros, que en vez de correr para aumentar la distancia con sus perseguidores, se entretenían a discutir si los perros eran galgos o podencos.
En España, la crisis empieza a ser asfixiante, y los líderes de los dos partidos mayoritarios no se dan una sola oportunidad para llegar a acuerdos y ayudar a quitarnos de encima cuanto antes el desmejoramiento económico. Se diría que sus obsesiones son afianzar la gobernación el que la asume, o llegar a ella cuanto antes el que la pretende. Se recuerdan constantemente sus torpezas, desde los pastelillos engañabobos --dádivas diversas, como los cuatrocientos euros para todos-- que horneó el Gobierno para endulzarnos la boca, pero que no dejaban de ser pan de ayer para hambre de hoy, o anuncios de desajustes jubilares, hasta la paranoia persecutoria --infundadas escuchas telefónicas-- y falta de terapias curativas de la oposición.
Lo cierto es que con la crisis hispánica no se acaba desde dentro, sino desde fuera, ya que nuestra economía depende en mucho de la UE y de EEUU, de la inversión en nuestra zona por parte de ambos para que España cree una economía competitiva y sostenible, así que podríamos hacer bueno el conocido dicho regio católico: "Tanto monta, monta tanto ZP como Rajoy". Uno como otro están sometidos a generosidades foráneas y poco pueden hacer por sí solos. Sobra pues esa precampaña electoral continua cargada de reproches mutuos. Por favor, quiéranse un poquito y salgan del reñidero, que las próximas elecciones no son hasta el 2012.
