Profesor dela Uex

Animados por el interés social y económico que el corredor extremeño tendrá para Extremadura y que una futurible línea de AVE internacional con conexión en Badajoz --si es que se confirma oficialmente-- tendría para nuestra comunidad autónoma, estimamos que el trabajo positivo, desde este momento, aparte del control del cumplimiento de plazos prometidos y previstos (¿2008, 2010, 2011?) consiste en prever y fomentar las previsibles repercusiones favorables y en tratar de contrariar y minorar las repercusiones adversas que pudiere haber.

Algunas de las posibles repercusiones favorables socioeconómicas serán las siguientes:

1--Incremento de la actividad empresarial en las fases de construcción de las líneas.

2--Mayor facilidad de comunicación regional interna mediante trenes convencionales modernos, lo que propiciará mayor integración y cohesión entre todas las ciudades estratégicas e importantes de nuestra comunidad autónoma, con los consiguientes beneficios en la gestión y organización de la Administración, la mejora en el desplazamiento de la ciudadanía y la articulación de los negocios o de la misma Universidad de Extremadura, que encontrará sus campus menos distanciados . Además, a partir de estas ciudades estratégicas, el resto de poblaciones se encontrarán también relativamente más cercanas.

3--Configuración de nuestra comunidad como un enclave privilegiado para el encuentro entre Portugal y España, para la organización y gestación de negocios ibéricos y para el aprovechamiento de las potencialidades de nuestras ciudades y de nuestro territorio, ya que Lisboa estaría apenas a una o dos horas, según la ciudad estratégica considerada, y Madrid, también a una o dos horas. Este posicionamiento sería exclusivo de Extremadura y de ninguna otra comunidad autónoma o región en Portugal o en España.

4--Se abrirían aún más las puertas cercanas de posibles mercados como Madrid, Lisboa, Oporto y la práctica totalidad de Portugal; y habría una más fácil conexión para nuestras mercancías con los puertos atlánticos de Setúbal, Lisboa y Sines.

Como consecuencia de las repercusiones anteriores, Extremadura podría lograr su despegue y desarrollo socioeconómico autónomo y cada vez menos subvencionado en apenas 15 o 20 años, atrayendo no sólo actividad económica: agroindustrial, energética alternativa, turística o de servicios avanzados y limpios, sino población para habitar y desarrollar un entorno ibérico agradable y productivo, hasta intentar completar su cuota mágica y estrella de 2 a 3 millones de habitantes.

Por contraposición, si no logramos atraer inversiones, proporcionar y facilitar servicios avanzados y de calidad, que es labor no sólo de la Administración autonómica, la gobierne quien la gobierne, sino de la iniciativa privada y del necesario y justo consenso social laboral, entonces se acelerará el efecto túnel , la fuga de cerebros , la disminución de la población total y Extremadura se constituirá aún más en lugar de paso y tránsito, con baja actividad económica y con baja renta per cápita y con pocas o escasas ayudas nacionales o supranacionales, que habrán comenzado a estancarse o disminuir aún más desde la entrada de los países del Este en las Comunidades Europeas.

Por tanto, no perdamos el tiempo en ser irrespetuosos filtrando las previsibles decisiones gubernamentales conjuntas de España, ni de Portugal, que es muy sensible, sino que anticipemos el futuro creándolo de forma positiva, no destruyéndolo de antemano, variando el parecer definitivo de Portugal mediante declaraciones arriesgadas. (Véanse las consecuencias en el Jornal de Noticias en su edición de 7/10/2003).

El tren más importante que tenemos que conseguir es el tren del desarrollo socioeconómico. Para ese tren, el corredor y la futurible línea de AVE internacional son sólo instrumentos que tendremos que reivindicar y festejar en su momento, pero también que saber utilizar y aprovechar. El desarrollo no es sólo de medios, sino también de transformación de las mentalidades y actitudes.