Los conservadores norteamericanos practican el todo vale para conseguir el poder, utilizando para ello, como táctica fundamental, el engaño. Esta política se hizo internacional con la implantación de la multinacional de la mentira de Bush, Blair y Aznar . En la España del PP esta estrategia ha hecho escuela: mintieron sus gobernantes durante 1996-2004, y luego, en la oposición, el PP de Rajoy siguió utilizando la mentira como táctica. Vamos a tratar de analizar aquí el origen de la multinacional de la mentira y su fracaso tras la defenestración de Aznar y de Blair, la segunda derrota del PP y la próxima salida de Bush por la puerta de atrás de la historia.

Ninguna otra fuerza de derecha de ningún otro país del mundo ha utilizado la mentira como arma política con la persistencia del partido republicano de EEUU, cuya historia está jalonada de episodios de grandes mentiras prefabricadas para justificar acciones interiores y exteriores, algunas de las cuales exponemos aquí.

Hundimiento del Maine .--Al presidente republicano William McKinley le debemos los españoles la catástrofe del 98, con el hundimiento del acorazado norteamericano Maine que dio lugar a la guerra hispano-norteamericana y a la pérdida de Cuba. La explosión, como se demostró en la investigación, ocurrió de dentro afuera del barco y está demostrado que España no tuvo nada que ver. La guerra que McKinley decretó a continuación costó a España la pérdida de Cuba. Un año antes, EEUU había hecho ofertas infructuosas a nuestro país para comprar la isla.

XAL DIA SIGUIENTEx del hundimiento --casi con toda seguridad provocado por el gobierno estadounidense-- el magnate de la prensa sensacionalista norteamericana de la época William R. Hearst se apresuró a titular "El Maine, hundido por el enemigo". A continuación McKinley acusó oficialmente a España del hundimiento pero no tomó inicialmente represalia alguna, como hubiese sido lo lógico, sino que dio un ultimátum para que nuestro país abandonase Cuba. Tenía las tropas movilizadas desde antes de estos acontecimientos, lo que prueba que la decisión de atacar estaba tomada.

Apoyo a dictaduras militares .--Otro presidente republicano, Richard Nixon , se valió de la mentira y la manipulación de la realidad social de los países afectados, para fabricar motivos para golpes de estado e implantación de dictaduras militares primero en Chile y Uruguay y más tarde en Argentina, con las consecuencias que todos sabemos para los gobernantes democráticos y para la izquierda de esos países. En estas y en otras acciones similares en el exterior, la política norteamericana de derechas contó con la inestimable colaboración de Henry Kissinger , secretario de Estado de Nixon y paradigma de ese modo de hacer mentiroso y delictivo de la política republicana más conservadora.

Caso Watergate .--El propio Nixon promovió esos años el espionaje al partido demócrata de EEUU, lo que dio lugar al famoso caso Watergate , llamado así por el nombre del edificio donde tenía su sede el partido rival. En junio de 1972 se destaparon las escuchas ilegales instaladas en dichas instalaciones, de lo que eran instigadores y cómplices miembros destacados del equipo presidencial. Nixon se vio obligado a dimitir, por negar que sabía lo que ocurría, hasta que la amenaza de ser encausado le obligó a abandonar la presidencia.

Caso Irangate .--Otro presidente republicano, Ronald Reagan , está detrás del no menos famoso caso Irangate , cuando, en los años 80, miembros del equipo presidencial organizaron una red de tráfico ilegal de armas para Irán, cuyas ganancias iban a financiar a la Contra nicaragüense y a actividades terroristas contra el gobierno sandinista. También financiaban a la Contra con el producto del tráfico de cocaína con los cárteles colombianos, tráfico en el que se usaban aviones militares norteamericanos.

Invasión de Irak .--Para la invasión de Irak, George Bush hijo promovió una gran multinacional de la mentira , creyendo erróneamente que, con la excusa del atentado de las Torres Gemelas, una mayoría de países le secundaría. No fue así y la ONU le desautorizó, pese a lo cual, con la ayuda de Blair y de Aznar organizó dicha multinacional reducida a sus tres países.

La guerra de Irak, se promovió para asegurar los intereses petrolíferos y armamentísticos norteamericanos y sus fines estratégicos de dominio mundial. El negocio les salió mal a los tres: el español y el inglés han quedado en la cuneta de la historia y a Bush está a punto de ocurrirle lo mismo.

La sucursal española .--Lo trágico para España es que la pertenencia de Aznar a la multinacional de la mentira ha contagiado a la derecha española, encabezada por un sector ultraconservador que ha asumido como propia esa manera de hacer política. La oposición ejercida durante los cuatro últimos años por el PP demuestra que las técnicas norteamericanas del todo vale han calado en estos dirigentes neoconservadores que, finalmente, han sido desautorizados en las urnas el 9 de marzo.

Conviene recordar por última vez lo que ha sido la estrategia de la mentira del PP durante los últimos cuatro años --cosa que haremos mañana--, para reunir los fragmentos de ese espejo terrible en que la nueva derecha española deberá mirarse para encontrar el camino de la moderación, la verdad, la inteligencia y la convivencia y, con él, el camino, que por ahora tiene vedado, de acceso a la Moncloa.

(Próximo capítulo: España da carpetazo a la estragegia del engaño).

*Periodista y escritor