La fotografía la verán en la página 24. Va a una columna, abajo. Pero no le hace falta más. La imagen la distribuyó ayer la Delegación del Gobierno, acompañada de una información que cuenta poco más que lo que se ve en la foto: un hombre, en este caso un guardia civil del Seprona, en el momento de rescatar un galgo del canal de Navalvillar de Pela. El animal estaba atrapado y, por la inclinación de la rampa, resbalaba y no podía salir del agua. Cuando acabó el rescate, los agentes comprobaron que tenía las patas ensangrentadas de tanto intentar en vano escapar de la corriente.

Habrá quien no encuentre en la imagen nada que lo estremezca. Pero también habrá quien al verla sienta que ahí, en la página 24, a una columna y abajo (no precisa más espacio), va explicada la mejor historia del periódico de hoy. Una historia pequeña, pero tan grande que redime a la especie humana; que le pone contrapunto a tanta gente que abandona a sus mascotas y las condena a una muerte segura (la asociación Adana ha alertado de que el abandono ha crecido en la región un 25% este año). Algunos pensarán que este guardia, en el momento de la foto, está trabajando. Se equivocan: es más que eso: ahí, tirado sobre el pretil del canal, ayudando al galgo que está en peligro de ahogarse, está rescatando al perro. Y a nosotros.