Termina febrero dando un respiro al desempleo. Los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social este jueves reflejan que el número total de parados registrados en Extremadura se ha reducido en 1.982 personas, una caída del 1,59% respecto al mes anterior que se sitúa muy por encima de la experimentada en el conjunto nacional, de apenas un 0,2%. Ello coloca a Extremadura como la tercera comunidad en la que más ha bajado el paro, solo por detrás de Baleares (-4,36%) y Aragón (-3,44%). Aunque haya que seguir teniendo presente el drama que supone contar con 122.809 personas inscritas como demandantes de empleo en las oficinas del Sexpe, se trata de un dato que hay que celebrar, si bien nunca con exceso; la fragilidad del mercado de trabajo extremeño, sujeto a un sin fin de contratiempos, impide confiar en tendencias anteriores.

No obstante, los datos anuales arrojan un balance positivo de 10.167 desempleados menos en Extremadura y 5.307 cotizantes a la Seguridad Social más, lo que da pie a un cierto optimismo aunque sea gracias a un mercado laboral muy precario que tiende a hacerse crónico. Para lo que queda de año, si el mercado laboral extremeño sigue en la senda de otros años, la actividad económica en el campo y la demanda de servicios proporcionarán unos meses positivos para la comunidad extremeña, aunque nunca nos permitirá dar un salto cuantitativo ni cualitativo como precisa nuestra mercado de trabajo.

Extremadura necesita de una «ayuda extraordinaria» del Gobierno central como viene diciendo el gobierno regional, pues la comunidad sigue lastrada por sus problemas estructurales. Desde el inicio de la legislatura, la Junta de Extremadura viene reclamando un esfuerzo extraordinario que el Gobierno central tiene que hacer para mejorar nuestra convergencia con el resto de territorios, hoy día alejados de nosotros, y aumentar nuestro crecimiento económico.

Está claro que solos no podemos. E igual que en ocasiones hay ayudas de distinta índole para determinados territorios que, por reconversión o peculiaridad, precisan de un plan específico, Extremadura tiene que pelear por ese objetivo. Porque seguir dependiendo de nuestros propios recursos nos derivará a seguir poniendo parches o remiendos pero nunca se solucionará el problema de raíz como debe ser.