Escritor

La importancia de todo lo que ocurre en la política española la gradúa la ceja izquierda del señor Arenas Bocanegra. ¿Poca responsabilidad? La ceja de este personaje baja y sube según va graduando los improperios o falta de responsabilidad del adversario. En el caso de quedarse en su lugar de descanso la dichosa ceja, es que está dando información de los logros para España del PP, y por tanto todo es tranquilo y sedado. En el caso de Irak, la ceja sube hasta los mismísimos comienzos del peluquín, y ahí se queda para advertirnos que la cosa es muy, pero que muy seria, y ahí se queda estática recordando la ceja del clown impartiendo la lección al tonto , que somos los demás. Esta vez reconozco que me ha impresionado la ceja de marras. Joder cómo se ha subido a la parra la cejita. Y es que más responsabilidad, imposible. La guerra fue siempre una desgracia, una tragedia, una locura, una canallada, pero nunca un acto de responsabilidad, y en estas estamos. Ya no podremos quejarnos si los ultras del Madrid irrumpen sobre los ultras del Atlético, porque uno de los dos son los responsables, en el mejor sentido de la palabra. Es decir, responsable y responsabilidad ya no es lo que era, y el Papa es uno de los primeros en cargar con la responsabilidad de ser un irresponsable, por no estar de acuerdo con esta guerra, donde se van a probar armas muy mortíferas, como grandes centrales eléctricas que estallarán en los cielos de Irak.

Es decir, el ser humano está en una carrera donde todos los días le cambian los cimientos de su fe, de sus creencias, por el bien supuesto de unos asesinos que matan por nuestro bien. O sea, como siempre. La mafia también actuaba así. Pues no se me ocurre otra cosa, que ojalá esto les cueste un gran disgusto y les pase como en Vietnam.

Quién nos iba a decir que la ceja de Arenas Bocanegra iba a actuar como el puntero del fraile cuando indicaba tiempo borrascoso.