WLw os políticos son incapaces de salir del círculo vicioso que consiste en responsabilizar siempre de los errores al adversario al mismo tiempo que, o no se admiten, o en el mejor de los casos se justifican los propios. Esta actitud se ha apreciado con claridad en todas las comparecencias que han tenido relacionadas con el apagón que ha sufrido --y todavía en cierto modo sufre, porque las soluciones son aún provisionales para mucha gente-- la ciudad de Barcelona.

No han sido una excepción ni las intervenciones de los consejeros del gobierno catalán ante su parlamento ni la del ministro de Industria, Joan Clos, en Congreso de los Diputados. Más que informar y ser informados, compartir criterios y sacar conclusiones para impulsar las reformas que, en lo posible, eviten que vuelva a ocurrir algo parecido a lo sucedido en la capital catalana, que es justamente de lo que se trata, los diputados de la oposición y de la mayoría se enzarzaron en un cruce de reproches relacionados con las etapas de gobierno de cada uno.

Por encima de ese guirigay, pueden sacarse algunas conclusiones interesantes para los ciudadanos: las responsables directas del apagón son las compañías eléctricas, Red Eléctrica y Fecsa-Endesa, ambas privadas, si bien la primera participada por el Estado. Y en este sentido, resulta de todo punto increíble que un cable de 110 kilovoltios pudiera estar sobrevolando otros dos de 220, por lo que el primero provocó un cortocircuito al caer sobre los segundos. Y también resulta de todo punto inaceptable que los mecanismos para evitar que ese cortocircuito se extendiera por la red fallaran uno tras otro, lo que hizo arder dos subestaciones transformadoras, averió otras y desencadenó la catástrofe.

Los políticos, sobre todo los que gobiernan o han gobernado, son responsables de otras cosas: de haber privatizado compañías eléctricas sin liberalizar el mercado, es decir, sin competencia, incluso manteniendo o creando monopolios en distribución. Son también responsables de permitir que esas compañías se autoinspeccionen sin control externo de la Administración --ni central ni autonómica. Un extremo que ahora prometen subsanar. Son responsables de no haber fomentado más inversiones en transporte y distribución de energía, siempre por detrás del espectacular aumento de la demanda. Tanto en el parlamento catalán como en el Congreso se han ofrecido datos suficientes que demuestran que tanto Fecsa-Endesa como Red Eléctrica han multiplicado la inversión en la red desde que en Madrid gobierna el PSOE. Pero esos mismos datos reflejan que, aún siendo así, las inversiones siempre han estado por debajo de las necesidades reales. Y aunque fuera cierto, a la ciudadanía no le basta que le digan que con el PP las cosas iban peor. En definitiva, los políticos son responsables por acordarse solo de Santa Bárbara cuando truena. Clos prometió que delimitará las responsabilidades