TTtemo leer las noticias de los periódicos sobre la Autovía de la Plata. Siempre llevan la misma dirección obligatoria: se retrasa. Se retrasa la inauguración del tramo o se cierra el ya terminado. Tras leerlas, todas las paciencias se agotan, todas las furias se agitan y sólo permanece en pie, como una bayoneta, otro titular de la prensa: La región tiene la tasa más alta de mortalidad en accidentes de tráfico .

No ha habido, que sepamos, en estas tierras catástrofes, riadas, corrimientos de tierras, que impidieran el normal desarrollo y progreso de las obras, por lo que nos asiste el derecho a pensar que el retraso de las mismas es provocado, consentido, buscado y hasta convenido por alguien con intereses distintos a los que tenemos los ciudadanos de Extremadura, naturales beneficiarios de la obra.

El personal, que está más en las prioridades vitales que en las maniobras políticas, sin la menor resignación, eso sí, ha llegado al convencimiento de que la autovía extremeña no entrará plenamente en funcionamiento hasta que no se acerquen las próximas elecciones autonómicas. Y también ha concluido que esta estrategia de trocar kilómetros por votos es una maquinación perversa, pues no siendo la autovía propiedad privada, nadie debiera instrumentalizarla para fines particulares que no tienen en cuenta la desazón y sufrimiento diario de los ciudadanos extremeños, el retraso general que la comunidad está acarreando como consecuencia de la no entrada en funcionamiento, y lo que parece más grave, el olvido de alto riesgo de accidentes de tráfico a que están expuestos los miles de ciudadanos que han de utilizar a diario para su trabajo nuestras desvencijadas carreteras.

Por lo que supone de abusiva, esta imagen paralizada de la autovía se está convirtiendo en una contraimagen y una deriva de la que no sale indemne ni el Ejecutivo regional, ni el ciudadano extremeño cuya dignidad y estabilidad emocional vuelven otra vez al tiempo de la petrificación, la impotencia y el estancamiento. A la fotografía que se debiera haber evitado: el retrato del retraso.

*Licenciado en Filología