José Luis Rodríguez Zapatero ha convocado para esta mañana en el palacio de la Moncloa a los primeros espadas de las empresas más importantes de nuestro país. El presidente del Gobierno ha convocado esta reunión porque, según él mismo ha explicado, quiere conocer su opinión sobre la crisis de forma directa, así como animarles a que sigan apoyando la economía, hoy más que nunca bombardeada por los mercados financieros que, después de que Irlanda se haya decidido a pedir el rescate de la Unión Europea, están sometiendo a España a una tensión sin precedentes.

Por otro lado, es más que probable --de hecho, alguno de los que acuden ya lo ha anunciado-- que los empresarios expliquen también las medidas que consideran que el Gobierno debería adoptar para que España salga lo mejor parada posible de la recesión.

El encuentro ha suscitado airadas protestas de la CEOE, en pleno proceso electoral para sustituir a su actual presidente, porque no ha sido invitada. Al margen de la situación por la que atraviesa la organización patronal, que invalida a Gerardo Díaz Ferrán como interlocutor, está claro que el presidente del Gobierno ha tomado la decisión de hablar sin intermediarios y prescindiendo de formatos preestablecidos. Algo parecido a lo que la Fundación Everis hizo el pasado día 15, cuando envió al Rey sus propuestas para "transformar España" recogidas en un documento que cuenta con el respaldo de 16 de los 38 empresarios que hoy visitan la Moncloa.

El encuentro se produce en una coyuntura especialmente delicada: cuando la Bolsa sufre continuas turbulencias que le han hecho perder un 7% en la última semana, y cuando el Gobierno ha empezado a tomar medidas para llevar a la comunidad internacional el mensaje de que la economía española está en condiciones de resistir el embate de quienes la quieren abocada irremediablemente al rescate financiero. De igual modo, va a reducir la emisión de deuda para frenar a los especuladores, mientras el Banco de España podría adoptar nuevas medidas de transparencia sobre el sistema bancario para mostrar su salud, como ya lo hiciera con los test de estrés.

Por eso, ante esta situación hay quien se empeña en el apriorismo --que seguramente expresa lo que íntimamente desea-- que del encuentro de hoy solo saldrá una foto, cuando lo que el país necesita es que el presidente logre el apoyo de los empresarios para mancomunar esfuerzos y contribuir así a disipar las dudas que puedan existir sobre el futuro de nuestra economía. Si tienen algo que aportar, sería bueno que lo explicaran, como también sería que Rodríguez Zapatero lo tuviera en consideración. Aunar las fuerzas es hoy, más que nunca, imprescindible.