WLwa patronal CEOE se planta, poco antes de iniciar la concertación social para el 2005, anunciando que a partir del 2008 no aceptará que el salario mínimo interprofesional (SMI) se actualice cada año de acuerdo con la inflación. Su argumento: este automatismo es inflacionista y contamina toda la revisión salarial. Es una tesis que también avala el vicepresidente Pedro Solbes, alineado con la doctrina de Bruselas, pese a que el Gobierno de Zapatero aprobó lo contrario el 30 de diciembre. El que la CEOE se aferre a esta discrepancia para no iniciar la negociación de los acuerdos sobre los convenios de este mismo año, del 2005, es una clara obstrucción. Da la impresión de que la patronal aprovecha con oportunismo los diferentes puntos de vista que conviven en el Gobierno como excusa para levantarle una bandera de oposición. Maniobras aparte, los empresarios y los sindicatos deben decirnos qué van a hacer para luchar contra el conjunto de las claves de la inflación. Porque los aumentos del salario mínimo pueden ser una de las causas, pero ni la única ni la principal. Deben explicar lo que van a hacer para recuperar la productividad y la competitividad más allá de ese recurso fácil de atornillar el salario mínimo bajo mínimos.