Han tenido que pasar varios días desde el terremoto de Alhucemas para que el rey Mohamed VI se haya dignado visitar la zona siniestrada. Y eso que Sidi Mohamed (Rabat, 1963) es hijo de una bereber de la etnia que habita la región del Rif. Si Hassan II no visitó nunca al pueblo bereber en venganza por la revuelta de los años 50, Mohamed VI, sí lo había hecho. Pero ahora ha reaccionado tarde y mal.

Proclamado rey el 23 de julio de 1999, alimentó expectativas de cambio que no se han cumplido. El padre decía: "El no es como yo ni yo soy como él. Será suficiente que le haya inculcado dos cosas importantes: ser patriota hasta el sacrificio supremo y aguantar lo que sea, cuando llegue". De momento, el joven rey aguanta bien, apoyado por Estados Unidos y Francia. En cambio, ha litigado con España en los frentes pesquero, diplomático y territorial. Desgraciadamente, no ha evitado la huida de sus súbditos en pateras y ha encarcelado a discrepantes como el periodista Lmrabet. No obstante, se ha decidido a reformar el código familiar para acabar con la poligamia y el repudio, algo que disgustaría a su padre.

Por contra, éste se habría alegrado al ver que su familia sigue viento en popa: ya controla el 60% de la Bolsa de Casablanca.

ANGEL SANCHEZ