Para muchos aficionados al teatro, seguro que es estimulante presenciar una obra que se la vio hacer antes a Josep Maria Flotats. Eso es lo que ocurre con Art, original de Yasmina Reza, que se estrena en España protagonizada por el argentino Ricardo Darín (Buenos Aires, 16-1-1956). No todos los días es posible tener ante sí en carne y hueso a un actor descubierto en el cine con películas de la talla de Nueve reinas, Kamchatka y El hijo de la novia. Del éxito de esta última da fe el propio actor, que asistió personalmente a un cine barcelonés cuando en diciembre cumplió un año en cartel.

Pero Darín prefiere el escenario a la cámara. Confiesa que podría estar sin hacer cine toda la vida, pero no sin actuar de cara al público. "El teatro es para mí casi una terapia. Pienso que los actores donde realmente transpiramos la camiseta es arriba del escenario". No es extraño que lleve seis temporadas seguidas transpirando con Art, desde que se estrenó en 1998 en Argentina. De su país está enamorado, pese a sufrirlo en lo más íntimo. Dice que su mayor crisis es "cultural, ética y moral, no económica". Y, por supuesto, detesta a los mangantes sin escrúpulos de Nueve reinas, por ejemplo. ¿Cómo son los argentinos, según Darín? "Somos unos bichos raros, pero buena gente, salvo un grupo de energúmenos enquistados en los puestos claves del poder".