TRticos y holgazanes de diversas nacionalidades compiten organizadamente en carreras por vías públicas de alta densidad para jugarse su vida y jugar con la de los que no son tan ricos y son trabajadores. Ponen sus bólidos a 250 kilómetros por hora y así su glamour, a falta de otra virtud, aumenta.

Algunos, tras discurrir por media Europa y Marruecos han sido detectados por un agente de la policía local. Detuvieron a cinco, se les intervinieron los vehículos y los permisos de conducir. Están en libertad, pero con cargos, y serán juzgados. A mi entender, falta que el ministerio fiscal les hubiera acusado también por asociación ilícita. Ya veremos qué pasa. Pero lo importante es que eso de que todos somos iguales ante la ley a veces parece verdad.

*Catedrático de Derecho Penal