Del mismo modo que Julieta en su balcón se lamentaba: «¿Qué es Montesco? No es ni mano, ni pie, ni brazo, ni rostro, ni parte alguna que pertenezca a un hombre», algo parecido a esto: «-¿Qué es Ferraz? -No es ni líder reconocido, ni Felipe, ni Juan Carlos, ni Guillermo, ni Alfredo, ni Susana, ni Emiliano, ni Javier, ni el otro Javier, ni Chimo siquiera, ni persona preparada alguna que tenga en cuenta el interés del PSOE y el de España» -deben de preguntarse los líderes territoriales con más despecho que amor cuando contemplan cómo Ferraz, así, con ese nombre, perpetra maniobras para perpetuarse, quien quiera que sea, al mando del partido e intente formar gobierno con sus insuficientes 85 diputados y los independentistas, más un aliado luciferino cuyo deleite reside en dar miedo y que ha escupido mucho en la cara de Ferraz.

Puede, querido lector, que quizá ellos no vean clara la respuesta, pero esta es clara y meridiana. No, Ferraz no es ya más la sede federal del partido, sino que Ferraz es Pedro Sánchez y César Luena y Óscar López y Antonio Hernando y también Mikel Iceta -él sabrá por qué-, Idoia, la presidenta balear y el grupito de próximos que apoya, aconseja y medra junto al actual secretario general que tan impotentes tiene a los barones e históricos del PSOE.

Y es que Romeo ya se ha puesto en marcha, y no se sabe por qué no lo dijo antes, allá por junio, en lugar de perder tanto tiempo paseando apostura en chiringuitos y mercadillos y enseñando torso en playas paradisíacas. Claro, no lo dijo porque la derrota había sido morrocotuda, pero con los meses ha dado en creer que fue menor de la esperada. Y que hoy, domingo de elecciones vascas y gallegas, puede que sea también menor el tortazo del que le auguran. Y que como ya está hecho al fracaso, uno pequeño es un triunfo. Y por tanto, él sigue, rendido al fin a la madre de todas las peticiones de todas las julietas que andan tras él: «Niega a tu padre y rehúsa tu nombre». Así ha decidido mutar de Romeo a Frankenstein -Rubalcaba dixit--. Que este también tiene su puntito.