De qué sirve tanta propaganda sobre el cambio climático, el reciclaje, el calentamiento del planeta, el ahorro energético, si después los ayuntamientos son los primeros en no cumplir nada. Me paso el día viendo rotondas de todos los tamaños ajardinadas con hierba que hay que regar. Da igual donde se encuentren: enmedio de un pueblo o en las afueras. ¿No sería más práctico hacerlas de cemento o de otro material y así no tener que gastar tanta agua? ¿De qué sirve encontrarse en medio de una carretera nacional una rotonda enorme y con los aspersores puestos para que quede bien bonita? Los políticos deberían dar ejemplo. Mientras se va regando, a los ciudadanos nos suben los impuestos porque gastamos mucha agua.

Félix Vázquez Espinosa **

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