La segunda parte del Barómetro de GESOP que EL PERIODICO EXTREMADURA publica estos días arroja un resultado paradójico para el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Porque por una parte una amplia mayoría de los encuestados (un 69%) creen que el PP debe moderar su discurso, en línea con el camino emprendido por su líder tras las elecciones del pasado 9 de marzo, pero en cambio, optan mayoritariamente por Alberto Ruiz-Gallardón para pilotar ese viaje al centro.

Un 27,1% de los encuestados prefiere al alcalde de Madrid para asumir ahora el liderazgo del PP, mientras que únicamente un 14,3% opta por el actual presidente del partido. La horquilla se estrecha cuando la pregunta la responden exclusivamente los votantes del PP, pero aún así Ruiz-Gallardón (23,9%) se impone a Mariano Rajoy (21,9%). La conclusión es que el electorado cree que Ruiz-Gallardón es más centrista que Rajoy, seguramente porque el actual presidente del PP realizó una oposición tan tremendista como estéril en los cuatro años de la pasada legislatura.

El sondeo revela también que otros dirigentes populares están muy lejos de los dos citados cuando se pregunta por las preferencias para liderar el partido. Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, es citada por un exiguo 4,9% de los encuestados, Rodrigo Rato, exdirector general del FMI, por el 3% y el diputado valenciano Juan Costa por el 0,4%. Estos datos dan a entender que la opinión pública está muy lejos del debate que de forma ruidosa han introducido en Madrid algunos medios de comunicación inmisericordes con Rajoy, al que consideran un eterno perdedor.

Otro factor negativo para Rajoy en el estudio de GESOP es el gran porcentaje (un 51,3%) de entrevistados que consideran que tendría que haber dimitido después del fracaso electoral del 9-M. Solo un 36,5% respalda la decisión del presidente del PP de continuar en el puesto. Los resultados de aquellas elecciones, en los que los populares obtuvieron más de diez millones de votos, un 39,7% del total, fueron recibidos como un digno resultado. Pero pasados tres meses parece pesar más la cruda realidad de que los populares llevan camino de pasar otros cuatro años en la oposición y sin contar con un líder capaz de llegar a la Moncloa.

La primera parte del Barómetro, publicada por este diario el jueves, daba una ventaja de casi 8 puntos del PSOE sobre el PP si hoy hubiera elecciones generales, casi el doble de la ventaja obtenida por los socialistas en el pasado mes de marzo. Es evidente que la crisis interna que viven está castigando las perspectivas electorales de la derecha.