Casi ocho años después de que el Insalud adjudicara las obras de reforma del hospital San Pedro de Alcántara, el centro cacereño culmina una remodelación cuyo presupuesto inicial se ha visto incrementado en todo este tiempo en unos cuatro millones de euros, hasta situarse en torno a los 17 millones.

La inminente apertura de los accesos, la reorganización de los servicios o la modernización de los archivos darán una nueva imagen al hospital que, con toda seguridad, repercutirá en un mejor servicio a los usuarios. Sin embargo, y pese a estas mejoras, será difícil olvidar, tanto para pacientes como para los profesionales que trabajan en el centro, las innumerables molestias que han ocasionado estas actuaciones a lo largo de estos años. Las obras en la residencia hospitalaria han batido todos los récords de retrasos en Extremadura y aún quedan pequeños retoques para su finalización. Estas culminan cuando ya está a punto de salir a concurso el proyecto del nuevo hospital cacereño, según el deseo mostrado recientemente por el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara. De ser así, las obras podrían iniciarse a mediados de año en terrenos ya cedidos por la diputación provincial cacereña.