El arzobispo de Mérida-Badajoz Santiago García Aracil ha dado una lección de tolerancia al distinguir las personas de sus actos. El prelado ha manifestado que en ninguna circunstancia es partidario del matrimonio entre homosexuales pero, al tiempo, asegura que en ningún caso les ofenderá por ello ni dejará de contar con su respeto. Mensajes como este nunca están demás.