TStoy de los que piensan que si José María Saponi hubiera continuado de alcalde, no habría terminado la legislatura. Me da a mí que su intención era abandonar el barco a mitad de su mandato de cuatro años con el propósito de dejar paso a un acólito muy cercano, para que se fogueara y se popularizara entre la ciudadanía. Pero, claro, esto es conjetura pura. Las lenguas especuladoras decían en su día que su sucesión se la tenía guardada a Felipe Vela , y mira tú como acabó la sociedad. El caso es que esa actitud de Saponi de irse, o alcalde o nada , no le honra, a pesar de su frustración. Ha sido algo soberbio ese gesto suyo de hacer mutis por el foro al perder la alcaldía, porque muchos de sus votantes también se sentirán frustrados al perderle de vista, y porque, seguramente, si no se hubiese presentado a las elecciones, el Partido Popular hubiese sacado un puñado de votos menos.

Saponi ha hecho de Cáceres una ciudad como pa ir de boda , bien complementada y maquillada, pero eso sí, para ir a una sosa boda aristocrática de conveniencia, aburrida, en la que los novios posan demasiado hieráticos para las fotos y los músicos no se atreverían a tocar un can can a lo Moulin Rouge por nada del mundo. Atrás deja Saponi sus obras y sus brillos, sus construcciones, sus repasos a muchas calles, los parques emergentes, las fuentes emergidas. Un trabajo bien hecho en ese sentido. Sin embargo, con él la ciudad ha perdido efervescencia, oferta lúdica y representatividad deportiva. Se le agradece que sacara el botellón de la plaza Mayor, donde no debería volver; pero se olvidó de dar una alternativa, un lugar para la concentración de los jóvenes. Pongamos ese centro de ocio tan deseado por todos, en un lugar donde no se perjudicase a nadie.

Para los conservadores cacereños ha sido su alcalde de toda la vida , muchos no entienden el ayuntamiento sin Saponi, por ser él y porque ha sido el candidato más votado, pero también es cierto que son más los que no le han votado.

Su tocayo José Mari Aznar dijo cuando se fue que le gustaría que se le recordara como al emperador Carlos I , y muchos le recordamos como el presidente del Gobierno que nos metió en una guerra que iba a durar cuatro días y ya lleva cuatro años. A este José Mari le recordaremos como a un rey bien recordado, el Borbón Carlos III , que tantos edificios emblemáticos levantó en Madrid, al que llamaban el rey albañil .

*Pintor