La exmujer del príncipe Andrés, Sarah Ferguson , ha clavado un rejón en la Corona británica al conocerse que ´vendía´ su capacidad para acercarse a su exmarido de quienes quisieran hacer negocios con él. Ferguson, que tras saberse sus manejos, se ha sentido muy apenada y arrepentida, ha dejado caer que lo hace porque tiene dificultades económicas. Como si fuera una justificación.