WLwas cruciales elecciones en Renania del Norte-Westfalia han significado la esperada derrota del partido del canciller Schröder y un inesperado anuncio de adelantar al otoño las elecciones generales. Los socialdemócratas han perdido porque no han contentado a casi nadie con un programa que revisa a la baja el Estado de bienestar y fomenta una gestión económica liberalizante. Y, hasta ahora, ni se ha dinamizado el crecimiento económico ni ha bajado el desempleo. El SPD no ha definido claramente su discurso en estos comicios. Su presidente, Franz Müntefering, ha recuperado parte del pensamiento socialista tradicional, mientras Schröder mantenía la defensa del bloque de reformas sociales y económicas. Ahora, tras el revés, propone adelantar las elecciones para buscar una mayoría amplia que le falta en defensa de las reformas y para sorprender a la oposición, obligada a presentar una candidata, Angela Merkel, sin carisma. Schröder, tan a menudo acusado de ser un oportunista, parece que ya lo fía todo a forzar que la conservadora CDU, que deberá proponer un programa social alternativo, inquiete aún más a los alemanes temerosos de perder su actual nivel de protección social.