TCtuando hace un tiempo escribía unas líneas tituladas "Viaje con sabor amargo" reivindicaba para el territorio en el que vivo Las Villuercas, y para otros en condiciones similares, una serie de servicios sanitarios que posibilitasen una actuación inmediata ante casos de urgencia y que de algún modo acabasen con desplazamientos por carretera a una hora y media de camino, que en muchos casos eran viajes sin retorno.

No quiero ni imaginarme las penurias que nuestros antecesores tuvieron que sufrir sobre todo por el estado de las carreteras, afortunadamente hoy mejoradas, y el mal sabor de boca que hoy pueden tener quienes hace unos años perdieron a sus seres queridos en tales circunstancias, al ver como el devenir propio del progreso deja atrás lastres propios de cada época y transforma nuestra realidad, hacia unos logros y unos avances impensables en aquel entonces.

Hoy, de la misma forma que en su momento expresé esa opinión, quiero manifestar que aquellos argumentos se han visto debilitados y las distancias se han acortado enormemente, merced a la puesta en marcha de un nuevo servicio, denominado técnicamente Unidad Medicalizada de Emergencias Rurales (UMER) y que a buen seguro contribuirá a salvar muchas vidas en esta comarca. Esta nueva unidad, merecida y necesaria para una zona rural, ha de posibilitar mayor seguridad en nuestros pueblos, que junto a otros aspectos contribuirá de manera notable a fortalecer los lazos de permanencia de los que han elegido vivir aquí, el retorno de aquellos que un día decidieron abandonarnos y una nueva oportunidad para quienes buscando nuevas oportunidades sin perder la identidad que caracteriza a lo rural, piensan en echar raíces en nuestra tierra.

*Técnico en Desarrollo Rural