Secretario generalde JJSS de Cáceres

El título de este artículo puede llevar a confusión y alguien puede llegar a pensar que está relacionado con el libro de José María Aznar. Nada más lejos de mi intención.

La verdadera segunda transición todavía está por llegar y ésta debe ser potenciada y realizada, principalmente, por los jóvenes de nuestro país, al igual que la primera. Como recordaremos, vino motivada primeramente por la falta de juventud del dictador que provocó su muerte y con ello el cambio de régimen, y segundo, por la gran implicación de los jóvenes en el cambio necesario, motivados por la falta de libertad y por la necesidad de diseñar una sociedad moderna.

Los motivos de la segunda serán bien distintos. Los jóvenes nos encontramos inmersos en una sociedad que cuenta con una Constitución, la base de nuestra democracia, que no se cumple plenamente. Como podemos ver, en nuestro país los jóvenes cada vez encuentran más dificultades para hacerse con una vivienda, y cuando se deciden a entrar en la aventura que ello supone, tienen que cumplir varios requisitos; primero, contar como mínimo con dos sueldos, y segundo, hipotecarse durante los siguientes 30 años.

Los jóvenes de nuestro país cada vez tienen menos estabilidad laboral, al no tener en la mayoría de los casos un trabajo estable y tenerse que conformar con una gran cantidad de contratos eventuales al año, en empresas distintas y lugares distintos, además de tener que aguantar la explotación en los mismos.

Para colmo, los jóvenes ahora no tienen la opción de elegir la formación religiosa que quieren y se tienen que aguantar con recibir las consignas católicas que el gobierno les ha impuesto. Además, no pueden elegir su forma de ocio, ya que les viene impuesta y no se ha contado con ellos a la hora de diseñarla.

Todo ello lleva a los jóvenes a una falta de libertad, distinta a la existente en la dictadura, pero falta de libertad al fin y al cabo. Es curioso, pero además tienen que oír de los adultos la típica frase: "Los jóvenes lo tienen más fácil, nosotros lo tuvimos más difícil". Esto es completamente incierto. Antiguamente, los jóvenes cuando conseguían un trabajo era para toda la vida y en el mismo lugar; se podían asentar y emancipar fácilmente, el precio de la vivienda era mucho más bajo, por lo que la mayoría se compraba una vivienda y elegían su forma de divertirse sin que se la impusieran.

Por todo, los jóvenes deberán promover una segunda transición, un cambio importante a la hora de legislar y llevar a cabo políticas que les afecten y para ello deberán participar en política, implicándose y comprometiéndose en los partidos políticos, saliendo a la calle a protestar de todo lo que les parezca injusto y haciendo uso responsable de su derecho al voto. Los jóvenes tenemos en la mano la oportunidad de cambiar esta sociedad que día a día vemos que no nos gusta y que cada vez se vuelve más injusta a la hora de tratarnos.