WEwl pasado domingo, este periódico daba cuenta de los importantes proyectos industriales que están gestándose en la comunidad. Una veintena de nuevas industrias pretenden invertir hasta el 2010 3.000 millones de euros (medio billón de pesetas), con posibilidad de crear 10.000 empleos. La mayoría de esos proyectos prevén instalarse en la provincia de Badajoz. Este hecho, y también el que algunas iniciativas oficiales vayan a tener su sede en ciudades de la misma, ha provocado que algunas voces se levanten en Cáceres alertando de la sensación de descompensación que hay entre una provincia y otra. Es un asunto que hay que manejar con cuidado, porque pocos sentimientos hay tan difíciles de gestionar como la sensación de agravio. Por eso es de agradecer la inteligencia que ha mostrado el presidente de la Cámara de Comercio de Cáceres, José Jarones , para pedir más entusiasmo a los empresarios cacereños antes que hacer suya la posición fácil de quejarse por la suerte de los demás. Ello no impide exigir a las autoridades rigor --y lo que es tan importante: explicación de ese rigor-- cuando no es un empresario privado sino ellas las que tienen que decidir la ubicación de algún proyecto. Rigor y transparencia para cortarle las alas al pájaro de los agravios.