En muchas ocasiones hay sentencias que no llegan a entenderse porque cada causa tiene unas connotaciones especiales. Si esto ocurre a menudo en el ámbito civil, en lo que concierne a la justicia militar la situación empeora. El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por un teniente condenado a cinco meses de prisión por un togado militar por haber obligado a una soldado a desnudarse cuando estaban de maniobras en Piornal. Entre las consideraciones del Alto Tribunal destaca sobremanera su extrañeza ante lo blanda que ha sido la sentencia inculpatoria; pero si algo resulta insultante son las apreciaciones esgrimidas por la defensa para arrancar una absolución, al apreciar que el cuerpo de una mujer es algo natural ver en estos tiempos tanto en el cine como en la televisión, por lo que no hay que dar tanta importancia a este suceso. Con estas decisiones judiciales, poco favor se hace a un Ejército que pretende modernizarse con la incorporación a filas de la mujer, entre otras aspiraciones. La justicia militar ha sido blanda y así lo reafirma el Supremo cuando, en realidad, este tipo de actitudes machistas y de abuso de poder sólo merecen un castigo ejemplar que evite episodios tan crueles y vergonzantes.