TSti hace unas semanas exponíamos los elementos principales que entendemos identifican a una persona de izquierdas, hoy vamos a hacer lo mismo con una de derechas. En primer lugar he de destacar que me parecen muy honrados, honestos y coherentes aquellos que sin complejos defienden sus ideas. Dicen y tratan de llevar a la práctica lo que son. Sin embargo no es lo habitual en esta parte del espectro político. Parece que se sienten avergonzados al reconocerse como conservadores y se iventan arquetipos como el de "la muerte de las ideologías" o el manido, "lo importante no son los partidos, son las personas...".

XPOR ESO,x insisto, siento un gran respeto, tolerancia e incluso aprecio por aquellos que se confiesan como personas de derechas. Y aún más por los que actúan según se definen. Es cierto, no tienen ni cuernos ni rabo (como algunos reaccionarios creen que tenemos los de izquierdas).

X¿Y ENx qué se diferencian? Sobre todo en la defensa de los modelos de Estado: los de derechas entienden que lo público se debe reservar a lo imprescindible. Que cada uno debe buscarse la vida y que las ayudas en el caso, por ejemplo, de las políticas sociales, no son derechos sino la caridad de aquellos que buscan lavar sus conciencias al ver cómo los enormes desequilibrios en la distribución de la riqueza producen lo que en muchos casos significa enturbiar la imagen de sus impolutas avenidas o el centro de sus ciudades repletos de gente, cada día en aumento, que carentes en muchas ocasiones hasta de techo, luchan, literalmente, por conseguir un poco de comida.

XTAMBIENx les gustan las cosas "bien hechas": así en Extremadura somos campeones en el cumplimiento del déficit. Poco importa a costa de qué. Lo importante, como en sus empresas: la cuenta de resultados. Si en el camino quedan innumerables despojos, ah, ¡efectos colaterales! Como se dice ahora, la crisis, la herencia...

XCON RESPECTOx a la convergencia, tanto con las regiones de nuestro entorno como con el resto de esa Europa a la que tanto debemos, pasa algo parecido, tras irse limando las diferencias parece que en los últimos tiempos la realidad nos emboca hacia un mundo real muy diferente al de los asesores de imagen. A los de la política ficción. No es la economía, estúpido, como se decía antes, ahora te lanzan "es el márketing lo que importa".

XPOR ULTIMO,x el orden, otra característica precisa de la derecha: no les gusta la discrepancia, el ruido, la pluralidad, la diversidad de opiniones. La manifestaciones deben estar dirigidas, controladas y si se puede en el extrarradio, en el campo (allí que griten lo que quieran). No es pues de extrañar que ante este panorama, el lobo no quiera asomar las orejas y apelen (de momento) muchos de ellos a buscar el centro, el espacio que llaman moderado... luego ya volveremos a las esencias.