Diez de diciembre. Lo anuncian a bombo y platillo. Se avecinan (¡bienvenidas sean!) medidas para teñir nuestro consumismo energético de color verde (ya saben, el acongojante calentamiento global). Dentro de poco, a contaminación muerta, contaminación verde puesta. España ya no será sólo la piel de toro ; será la piel de toro verde . Repito, bienvenidas sean todas la eco-medidas que nos puedan ser útiles. No obstante, no me fío ni un pelo del asunto. Antes hubo otros intentos, quién sabe si malintencionados. Baste recordar, hace no muchos años, el bombardeo que sufrimos para que comprásemos vehículos diesel; eran, decían, "los menos contaminantes, con diferencia". Además, insistían, el refinado o refino del petróleo era mucho más económico, por lo que tendríamos gasoil muy barato. Tontos seríamos si no nos convertíamos a la cultura diesel. Pocos años después, pagamos por el gasoil igual que por la ecogasolina, los coches diesel son más caros y, como son tantos, pronto inventarán una tasa-diesel vete a saber por qué, con tal de que nos saquen los cuartos. O qué decir de la tarifa nocturna eléctrica. "¿Saben ustedes --pregonaban hace muy pocos años-- que sobra mucha electricidad por las noches y que se la podemos vender mucho más barata?". "Acójanse a la tarifa nocturna y, usando acumuladores de calor, al recargarlos por la noche a precio de ganga, tendrán su hogar calentito las 24 horas". "Es la calefacción más limpia, porque no contamina". Muchas familias (más de un millón) compraron los acumuladores que usaban la electricidad sobrante por las noches y, ahora, sin saber por qué, el próximo mes de julio, desaparecerá la tarifa nocturna. ¿Qué hacer con los acumuladores no contaminantes y que costaron cientos de miles de pesetas? O, para terminar en azul, ¿qué decir de los contenedores de papel que repartieron por los centros educativos extremeños para fomentar en los niños la cultura del reciclaje? Ha pasado poco tiempo y, como cuesta mucho dinero que vengan a recoger el papel para reciclarlo, nada, el papel irá al cubo de la basura normal, como ha sido toda la vida . En fin, no sé si somos daltónicos... o nos toman por tontos.

Eloy Oliva Sayago **

Zafra