A tenor de las encuestas, la repetición de elecciones no supondría cambios significativos respecto a los resultados del 20-D, por lo que la ingobernabilidad del país, es decir, la razón por la que podrían convocarse de nuevo, seguiría igual, prácticamente la misma. Y, salvo que Mariano Rajoy decida hoy que no declina --en contra de lo anunciado por su partido--, o que Pedro Sánchez --en contra de sus mayores-- acepte la 'sonrisa del destino' de Pablo Iglesias , es razonable pensar que sí: que se repetirán no solo las elecciones sino también los resultados.

Por un lado, porque es lo que espera Mariano Rajoy : someterse de nuevo a sus votantes --los votos de la derecha son más fieles que los de la izquierda-- antes que someterse a la sesión de investidura en el Congreso, o, mejor, sin someterse a la investidura. Y por otro, porque los "viejos socialistas" --la expresión es de Joaquín Leguina , uno de ellos-- ya han advertido a Pedro Sánchez de lo que supondría un pacto con Pablo Iglesias : Un suicidio, exactamente. Y solo Rajoy y Sánchez , aun con penurias parlamentarias, están hoy en condiciones de gobernar.

El problema es que la ingobernabilidad del país no es sino la falta de mayoría absoluta, la cual ya solo es posible mediante pactos (es difícil que se repita el año 1982 de Felipe González , el 2000 de José María Aznar o el 2011 de Rajoy ).

Es decir, no es que en España no se conciba un gobierno en minoría o un gobierno de coalición, como sí en otras partes de Europa, sino que ni siquiera un gobierno con mayoría suficiente... A derecha y a izquierda, en fin, la apelación a la ingobernabilidad no es más que la excusa para no gobernar sin mayoría absoluta. Hasta ahora. Así pues, la repetición de elecciones, si es que sí, tendrá sentido si se repiten los resultados. La ingobernabilidad será la misma: ¿Quizá menos PSOE y más Podemos? ¿Menos PP y más Ciudadanos? Es probable que los partidos no entiendan, no sepan, no quieran, dada la costumbre de los 176 diputados, mínimo. Pero el resultado será incontestable. Sea con pactos, con renuncias o como quieran hacerlo, gobiernen con lo que tienen.