TSti dentro de siete días los norteamericanos refrendan a Bush , el mundo entrará en una etapa inquietante. Inquietante y perversa una vez sabido, como hoy sabemos, que Sadam Husein ni poseía armas de destrucción masiva ni mantenía lazos con Al Queda.Si triunfa Bush será como decir que América ya no defiende causas justas, sino sólo intereses políticos y económicos. Los gobiernos de todos los países practican una doble moral, pero en este caso la situación sería mucho más grave al darse la circunstancia de que la perversión ha desembocado en tragedia.

Y no hablo sólo de Irak. Bush ha reforzado a dictaduras como la del general Musharraf en Pakistán o regímenes medievales como el de Arabia Saudí, cuna, por cierto, del fundamentalismo wahabita , el gran caudal de islamismo radical en uno de cuyos afluentes navega Bin Laden , hijo del contratista del régimen de Riad. Ha reforzado a los regímenes más corruptos del mundo musulmán, sin encender un sola luz de esperanza en el conflicto israelo-palestino.

En economía el señor Bush no ha desaprovechado la ocasión para zaherir y desestabilizar a Europa, conscientes sus asesores de que una Europa con 400 millones de ciudadanos podría llegar a ser por una parte un lago de prosperidad y por otra un baluarte de defensa de los Derechos Humanos. Esos Derechos Humanos que tanto incomodan a los neocons que justifican Guantánamo.

Dicho lo cual, me apresuro a consignar que, pese al apoyo explícito del Washington Post a John Kerry y el no menos ditirámbico que le otorga el New York Times , lo cierto es que es Bush quien va ganando en las encuestas.

*Periodista