Vicesecretario general del PP de Extremadura

En sesión plenaria del Parlamento extremeño, celebrada el día 20 de marzo, una diputada socialista dijo literalmente: "Espero que el señor Aznar, que es presidente del Gobierno, que en estos momentos es un criminal de guerra, termine rindiendo cuentas ante la justicia"; y del presidente del PP, Carlos Floriano, afirmó en la misma intervención que tenía "el semblante que tienen los cobardes" y que "usted hoy se está comportando como un auténtico terrorista en esta región".

Es conocido, igualmente, el artículo de opinión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra publicado bajo el título "Pobre gente y pobre Aznar", en el que, entre otras lindezas, afirma: "Un país como España no se merece estar gobernado por un partido y por un presidente que nos mete en una guerra sólo para beber de la sangre de los que mueran en ella". Si así se pronuncia quien debiera comportarse como el presidente de todos los extremeños, no nos extraña que se imparta ya esta doctrina socialista hasta en las escuelas extremeñas, como ha sucedido hace poco tiempo. Pero claro, si el rey come con las manos, cuál comerán los villanos .

¿Por quién se merece estar gobernada España, señor Ibarra? ¿Por los progresistas que progresaban a base de robar en las cajas del Estado; por quienes dejaron la Seguridad Social en quiebra, sin dinero para pagar las pensiones; por quienes cambian sus posiciones ante los conflictos internacionales dependiendo de los votos que se puedan conseguir... por Rodríguez Zapatero?

Los españoles no van a dar su confianza a Rodríguez Zapatero porque saben que es un títere en manos de Llamazares, es un cooperador necesario en la estrategia del jomeinismo, del fanatismo, del resentimiento, de la creación en definitiva de un clima social de agresividad contra el PP y sus miembros, que se está traduciendo en Extremadura en la presencia de boicoteadores en los actos públicos de nuestro partido, donde incluso llegan a portar pancartas en las que se lee "Floriano asesino"

¡Estará usted contento, señor Ibarra, y con usted el socialismo extremeño! ¡Qué a gusto debe irse usted a la cama con la satisfacción del deber cumplido, qué orgullo azuzar la crispación social contra un partido integrado por personas tan honestas, como mínimo, como las que militan en el PSOE y, por supuesto, mucho menos reaccionarias que ustedes! ¿Hasta dónde piensan llegar los progresistas extremeños en este indecoroso afán por arañar votos?

El señor Rodríguez Ibarra no se está conduciendo como el presidente de todos los extremeños, sino como instigador de la división de los extremeños en buenos (ellos) y malos (PP). Quien, como el señor Ibarra, no entiende que Extremadura no puede progresar desde la división entre hermanos, sino desde la unidad; quien desde su condición de presidente instrumentaliza el odio y lo dirige contra quienes representan al 41% de los extremeños, no es que merezca el calificativo de político mediocre y ramplón (como él llama a Aznar), es que no cree de verdad en la democracia, ni respeta las ideas de los demás, es que no merece ostentar la representación de un pueblo tan digno como el extremeño. Insultos, coacciones, resentimiento, sangre... por votos. Mientras tanto, bajo su desgobierno, Extremadura qué... ¿otra vez campeona de Europa en parados, no?